El cáncer de mama es, sin lugar a dudas, el tipo de cáncer más prevalente en nuestra sociedad, lo que significa que es el que cuenta con un mayor número de personas vivas que han sido diagnosticadas con esta enfermedad. Aunque se le dedica mucho espacio a la lucha contra el cáncer en general, el tema de los efectos secundarios que el tratamiento tiene sobre las pacientes a nivel de nutrición a menudo pasa desapercibido. Estos son aspectos profundamente importantes que impactan de manera significativa en la calidad de vida de quienes atraviesan esta enfermedad, y es esencial que reciban el apoyo adecuado para mejorar su bienestar integral.
Tuve el inmenso honor de ser parte de un taller organizado por Novartis, dirigido especialmente al personal sanitario. El taller contó con la participación de la oncóloga médica Laura Ferreira Freire, del Hospital Universitario Lucus Augusti de Lugo, y su objetivo principal fue proporcionar herramientas prácticas para que los profesionales de salud puedan asistir a las pacientes con cáncer de mama en áreas como la nutrición, y más ampliamente, en su bienestar general. La idea es poder ofrecer apoyo desde la atención primaria, donde muchas veces los pacientes no tienen acceso inmediato a especialistas, o al menos darles consejos iniciales hasta poder acceder a un tratamiento o ayuda más específica.
En el taller de nutrición, organizamos una sesión práctica en la que mostramos diversas bandejas de desayuno y comida principal, cada una diseñada según un perfil distinto de paciente oncológico. Cada bandeja representaba un tipo de paciente muy común en las consultas, con necesidades nutricionales particulares dependiendo de su tratamiento, estado de salud y preferencias alimentarias. El objetivo era analizar cada composición de manera detallada y, posteriormente, proponer cambios que pudieran ajustarse a las necesidades de cada paciente de forma accesible y sostenible. Resaltamos que los cambios alimentarios no solo deben ser apropiados para la situación clínica, sino que deben ser sostenibles a largo plazo, algo que muchas veces se pasa por alto.
Uno de los puntos más importantes que tratamos durante la formación fue la necesidad de que estos cambios alimentarios siempre sean guiados por profesionales de la salud. En la actualidad, los pacientes están constantemente expuestos a información proveniente de los medios de comunicación y las redes sociales, muchas veces desprovista de evidencia científica. Esto genera confusión y, en algunos casos, los pacientes adoptan prácticas dietéticas o suplementos sin comprobar su efectividad ni su seguridad. De hecho, en ocasiones, estos consejos pueden incluso ser contraproducentes para su salud. Por eso, la orientación de los profesionales capacitados es fundamental, tanto para evitar riesgos como para garantizar que los cambios realizados contribuyan positivamente a la recuperación y calidad de vida de las pacientes.
Este tipo de talleres son esenciales para capacitar a los profesionales de salud en una atención más integral, que no solo se enfoque en el tratamiento de la enfermedad, sino también en el apoyo en áreas tan cruciales como la nutrición y la educación sobre hábitos saludables. La salud de la paciente oncológica no se limita solo al control del cáncer, sino que involucra su bienestar físico, emocional y social en todos los aspectos posibles.
Puedes descargar la información completa en este enlace, espero que te sea de gran ayuda.