La infertilidad se define
como la incapacidad de concebir de forma espontánea tras un periodo de un
año manteniendo relaciones sexuales de forma regular y sin protección. En
países occidentales, la incidencia puede ser de hasta 1 de cada 4 parejas, una tendencia
que ha ido en aumento a pesar del incremento en el uso de técnicas de
reproducción asistida. Delante de esto y sobre todo por el elevado coste que
suponen estos procedimientos, existe la necesidad de identificar los factores
modificables que puedan influir en la fertilidad y entre ellos, se encuentra la
alimentación.
La comunidad científica se ha volcado en los últimos años a
investigar dicha relación y los resultados son inequívocos, la alimentación de
mujeres y hombres influye en la fertilidad. De hecho, aunque las guías clínicas
únicamente indican que un infra-peso o sobrepeso puede retrasar el momento de
la concepción, autores indican la necesidad de incorporar la valoración
nutricional en problemas de fertilidad ya que la alimentación es un factor
independiente del peso corporal y la actividad física para influir en la salud
reproductiva de hombres y mujeres.
Entonces, la pregunta que
seguramente te estarás haciendo es: ¿Qué debo comer si estoy buscando un
embarazo? Fácil: una alimentación
equilibrada y saludable, como la que ya conocen nuestros pacientes en consulta
pero con algunos matices. Es importante tener en cuenta que ningún alimento va
a potenciar la fertilidad, sino más bien el conjunto de tu alimentación y el
hecho de seguir un estilo de vida saludable. De hecho, los estudios científicos
asocian una mayor adherencia a la dieta Mediterránea con un menor tiempo
hasta el embarazo.
Aunque es el tipo de alimentación
que caracteriza a nuestra cultura, lo cierto es que nos estamos alejando y
estamos optando por un patrón más occidentalizado, caracterizado por el consumo
de alimentos procesados y elevadas ingestas de azúcares y grasas insalubres,
todos ellos factores que pueden afectar negativamente a la fertilidad. De este
modo, si estás buscando un embarazo, te proponemos que hagas los siguientes
cambios:
- Cambia los cereales refinados (pan/pasta/arroz
blanco) por sus versiones integrales.
- Incluye más legumbres en tu menú semanal. ¡Son
de proximidad y están de moda!
- Sustituye los snacks ultra procesados, bollería y
repostería por frutos secos o fruta.
- Disminuye el consumo de carnes rojas y potencia
el de pescado (evita aquellos que tengas un mayor contenido en metales pesados
como el atún rojo) o mariscos (gambas, sepia, calamar, mejillones…).
- Reinventa el desayuno y cambia el bocadillo de
fuet por uno vegetal (hummus con tomate, por ejemplo).
- Las verduras son tu mejor aliada, así que mejor
que tengan el papel principal en comida y cena.
- Si tienes sed, bebe agua. Destierra los
refrescos, también los light, y las bebidas alcohólicas.
Por último, y no por ello menos
importante, recuerda que la infertilidad afecta tanto a hombres como a mujeres,
y de igual modo el efecto de la alimentación en ésta.
Tras años de experiencia en este sector acabamos de estrenar colaboración con el mundo de la reproducción asistida, así que si quieres recibir asesoramiento sobre tu alimentación ¡No dudes en contactarnos!
DN Júlia Muñoz
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