¿Alguna
vez te has preguntado si la alimentación puede ser de ayuda más allá de
conseguir un peso saludable? Si es que sí, la respuesta es un rotundo SÍ. Una
correcta pauta nutricional resulta indispensable para mejorar la calidad de
vida y manejo de muchas condiciones, especialmente por lo que refiere a la
salud de la mujer.
Durante
toda la etapa reproductiva, des de la menarquia (primera menstruación)
hasta la menopausia, una alimentación suficiente en nutrientes y rica en
antioxidantes y componentes antiinflamatorios es fundamental para controlar
algunos de los síntomas asociados a la menstruación como dolores
intensos, síndrome premenstrual o irregularidad del ciclo.
Además, en la búsqueda de un embarazo, una alimentación adecuada es esencial para
garantizar los nutrientes clave para favorecer la fertilidad y manejar las
afecciones que puedan alterarla, como el síndrome de ovarios poliquísticos,
la amenorrea o las alteraciones de la tiroides. Durante el embarazo
y la lactancia, un correcto asesoramiento nutricional permite cubrir
los requerimientos nutricionales y guiar en la elección de alimentos que
permitan una correcta higiene alimentaria. Para culminar la etapa reproductiva
de la mujer, la alimentación durante la menopausia resulta indispensable
para el correcto manejo de los síntomas asociados a la bajada de estrógenos.
Igualmente,
la alimentación no tan sólo resulta un ingrediente indispensable en las
diferentes etapas de la vida reproductiva de las mujeres, sino que existen
otras situaciones donde nos podemos beneficiar de ésta. Por ejemplo, los trastornos
del sueño que pueden afectar hasta casi 2 veces más a mujeres que a
hombres, pueden estar intensificados por una alimentación inadecuada por lo que
su correcta valoración y adaptación es indispensable. De igual manera, el síndrome de fatiga crónica o mujeres que padecen fibromialgia
deben asegurar una alimentación equilibrada y libre de alimentos
proinflamatorios para poder mejorar su calidad de vida.
Por último, existen varias
enfermedades en las que la alimentación juega un papel prioritario, como las enfermedades
autoinmunitarias (como el hipotiroidismo de Hashimoto, la celiaquía, la
diabetes tipos I o ciertas enfermedades reumatológicas con componente
autoinmune, como la artritis reumatoide), cardiovasculares u osteoporosis.
En estos casos, una alimentación adecuada unida a un estilo de vida saludable puede
ayudar a reducir los síntomas y mejorar la calidad de vida.
Si aún tienes dudas de cómo puede
ayudarte una alimentación saludable y equilibrada a sentirte mejor, ¡no dudes
en escribirnos!
DN Júlia Muñoz
Ø Otros artículos de tu interés: