Por el bien común, los nutricionistas no esperamos que cuando nuestros pacientes se van de vacaciones sigan la pauta al pie de la letra, sin embargo, sí que es importante no perder el norte y tomar consciencia de aquello
que ingerimos, lo que actualmente se conoce como mindful eating. La consciencia, tantas veces mencionada en consulta, nos servirá
tanto para disfrutar más de la comida y también para responder a nuestras señales
de saciedad. Aún así, hay algunos consejos que te ayudarán en el camino:
EL DESAYUNO
Escoge:
- Un carbohidrato de
calidad: pan integral o avena.
- Una proteína que acompañe: huevos revueltos o queso fresco.
- Vegetales que ayuden a aumentar la saciedad: lechuga, tomate, zanahoria,
cebolla…
- Puedes terminar con una
pieza de fruta o un lácteo desnatado.
LA MOCHILA
Nunca puede faltar:
- Agua: es fundamental
mantenerse hidratado, sobre todo si nos vamos a una zona de calor. Igualmente,
a veces confundimos la sensación de sed por la de hambre, por lo que éste será
un factor más para mantener el 1.5L de agua al día.
- Snack: cuando viajamos, normalmente
pasamos horas fuera del hotel y es normal que tengamos hambre entre las comidas
principales. Por este motivo, y con el objetivo de evitar llegar a ellas con un
hambre voraz, pon siempre en la mochila 1 pieza de fruta, frutos secos y/o
barrita sustitutiva que te hayamos recomendado en consulta.
LA BEBIDA
-
Siguiendo con el punto
anterior, el agua siempre será tu mejor aliada.
- Evita refrescos azucarados o
bebidas alcohólicas, facilitarán la sensación de hambre al cabo de poco tiempo y
aportan calorías vacías.
- De lo contrario, opta por las bebidas light o
cerveza sin alcohol.
LA COMIDA/CENA
- Evita los carbohidratos
por la noche y en la comida valora en función de la actividad física.
- Si has hecho mucha actividad
física o la situación lo requiere, sigue las proporciones del plato saludable.
-
De primero, opta siempre
por una buena ensalada: te saciara para el siguiente plato y seguro que hay versiones
deliciosas.
El POSTRE
- Los dulces que se
reservan para el final suelen ser un concentrado calórico, que bien satisfacen
nuestro paladar, pero pueden hacer meya si tenemos objetivos de pérdida de
peso.
- Opta por terminar con un café, infusión o una pieza de fruta.
Las vacaciones son necesarias para desconectar y resetear nuestra mente, por ello, no es aconsejable que te propongas objetivos esclavos como perder peso o ir a diario al gimnasio, busca un opción más gratificante y sencilla como comer sano y hacer actividad física al aire libre. Mens sana in corpore sano.
¡A disfrutar del verano!
DN Júlia Muñoz