Con la llegada del calor empezamos a quitarnos las
capas de ropa que nos han permitido disimular o darle menos importancia a
nuestra figura. Este hecho hace, que año tras año, el concepto operación bikini
asalte nuestra mente, no obstante, este concepto no siempre se trata de un
pérdida de peso, el descontento con nuestro cuerpo puede ser por
causas como, acumulación de grasa en determinadas zonas de nuestro cuerpo o
celulitis persistente en el caso de las mujeres; delgadez, masa muscular poco
desarrollada en según qué hombres, o bien, flacidez o cuerpo poco tonificado en
ambos casos.
Es perfectamente lícito querer mejorar nuestra
figura, siempre y cuando no empeoremos nuestra salud. Sin embargo, en esta
época del año nos bombardean a todas horas con las famosas dietas milagro o
aquellos planes que nos prometen resultados espectaculares en poco tiempo y sin
apenas esfuerzo. Es cierto que en muchas ocasiones perderemos peso de una forma
rápida pero… de la mano viene otro concepto, el efecto rebote.
Muchos estudios reflejan que deteriora más la
salud las fluctuaciones de peso, es decir, que nuestro peso oscile como un yoyó
que el sobrepeso en sí, siempre y cuando éste no vaya a más.
Las dietas
milagro o relámpago no son recomendables por varios motivos:
- Son planes de
alimentación no personalizados, es decir, no tienen en cuenta las necesidades
individuales, están pensados para la población en general, y como bien sabemos
todos no somos iguales.
- Su objetivo
principal es perder peso, no nos ayudan a mantener esa pérdida. Se despreocupan
totalmente del efecto rebote.
- Nos indican
lo que comer, pero no nos explican el porqué. Motivo por el cual cuando las
dejamos andamos muy perdidos con nuestra alimentación.
- Son planes
alimentarios rígidos, no se ciñen a nuestros gustos u horarios, y al no haber
detrás el seguimiento de un profesional estamos de principio a fin con la misma
dieta.
Conceptos
importantes de las dietas:
- Una dieta
tiene un inicio y un fin, no debemos estar siempre a dieta. La dieta nos debe
llevar al objetivo que nos hayamos planteado, una vez conseguido realizaremos
un mantenimiento para que el cuerpo asimile el nuevo peso, posteriormente con
cuidarnos será suficiente.
- Cuanto la
adhesión a la dieta sea baja, es decir nos la saltemos bastante a menudo, se
alargará el periodo de dieta, esto implica que nosotros determinamos en gran
parte la duración de ésta.
- La dieta que
nos diseñen debe partir de nuestro patrón alimentario actual, es decir,
adaptarse a nuestros gustos, horarios, lugares en los que nos encontremos, y
ante todo, adelantarse a nuestros picos de hambre o momentos susceptibles del
día en que podamos infringirla.
- Rara vez la
misma dieta nos acompañará de principio a fin en el tratamiento dietético.
Nuestro cuerpo será astuto y muchas veces se adaptará a las ingestas, pero el nutricionista
sabrá anticiparse a esos cambios.
En importante remarcar que la operación bikini no
debe realizarse como sistema cada año, si por el motivo que sea nuestra figura
se ha deteriorado, lo idóneo será ponerse en manos de un/a profesional de la
alimentación, que nos conduzca para alcanzar el objetivo propuesto y ante todo
a mantenerlo.
En resumen, lo ideal es mantener la figura todo el
año, y si acaso realizar una pequeña puesta a punto antes del verano, pero no
debemos esperar al último momento, pues acelerar los resultados puede resultar
perjudicial para nuestra salud, así como someternos a dietas agresivas que no
han estado diseñadas para nosotros y que no pueden asegurarnos mantener el peso
perdido.
DN Carla Not
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