¿Cuántos de vosotros habéis
escuchado decir esta famosa frase a algún familiar, amigo o incluso vosotros mismos?
Es una expresión popular que se lleva diciendo probablemente incluso antes de nuestros abuelos y en realidad nunca hemos sido realmente
conscientes de la verdad detrás de estas palabras.
La disciplina que nos desvela la
base científica de esta dicha es la Crononutrición. La Crononutrición
parte de la cronobiología, que por sus raíces griegas entendemos que es la
ciencia que estudia (logos) cómo afecta el espacio temporal (kronos =
tiempo) a los seres vivos (bio = vida) o, lo que es lo mismo, cómo
afectan los ritmos circadianos a nuestra salud. De este modo, cuando esta
disciplina incluye la nutrición en su marco teórico, se refiere a cómo se
relacionan los ritmos circadianos a lo que comemos y viceversa.
A modo introductorio, la tierra
invierte 24 horas en realizar una vuelta sobre sí misma, por lo que el sistema
circadiano se ha diseñado para adaptarse a estos ciclos de 24 horas. El objetivo
es utilizar eficientemente las horas de luz y desarrollar nuestras funciones
vitales. De hecho, la dualidad luz/oscuridad es la mayor influencia sobre el
ritmo circadiano, aunque los científicos destacan el papel irrefutable de la
alimentación en dichos ciclos .
Con la pandemia, se ha observado
un mayor desajuste en las comidas, contribuyendo a disminuir el
intervalo de tiempo entre la cena y la hora de ir a dormir, así como a
desplazar la mayor
ingesta calórica hacia el final del día .
Este patrón podría suponer un riesgo para el aumento de peso tal y como
demostraron Garaulet
y
coautores en su estudio. En este caso, compararon la eficacia en la pérdida de
peso en función del momento de la ingesta y observaron que aquellos que
consumían la cena más tarde tenían una pérdida de peso inferior. Una de las
razones por las cuales los autores justifican estos resultados sería por la
mayor eficiencia de nuestro cuerpo al final del día en almacenar las calorías
que consumimos en forma de grasa.
Además, no es tan solo las
calorías que consumimos sino qué alimentos priorizamos al final del día. No
obstante, esta parte merece una publicación exclusiva, así que no te pierdas
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DN Júlia Muñoz
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