¿Cuántas veces has escuchado que
tomar un vaso de zumo de naranja es bueno para reforzar el sistema inmunitario
y así evitar los resfriados típicos del invierno? ¿Qué tiene esta creencia de
cierto?
El zumo de naranja es bien
conocido por su elevado contenido en vitamina C. Esta vitamina hidrosoluble destaca
por su papel regulador del sistema inmunitario, contribuyendo a la activación
de nuestra primera barrera de defensa frente a infecciones (neutrófilos y
monocitos), así como en la generación de anticuerpos (linfocitos).
Además, como potente antioxidante tiene la capacidad de combatir los radicales
libres producidos por el estrés, al cual nuestro cuerpo está constantemente
sometido (tabaco, alcohol, polución, estrés…).
La ingesta diaria recomendada de
vitamina C es de 60 mg. Un vaso de zumo de naranja (200ml) nos estaría
aportando 78mg de esta vitamina, una cantidad nada despreciable… pero la vitamina
C la podemos encontrar en otros alimentos, tal y como te muestro en la
siguiente tabla:

Como puedes ver, hay alimentos que presentan una
concentración mucho mayor de vitamina C que el zumo de naranja y, además,
proporcionan otros nutrientes de interés como la fibra. Al extraer el zumo de la naranja, liberamos
el azúcar intrínseco y perdemos la fibra. Esto conduce a una mayor
glucemia posprandial y a la pérdida del mejor alimento para nuestras bacterias
intestinales, nuestra primera barrera de defensa.
Podemos alcanzar la ingesta diaria recomendada de 60mg
de vitamina C simplemente asegurando 2 raciones de frutas u hortalizas
crudas al día. Igualmente, el contenido de vitamina C que encontramos en el
zumo de 2 naranjas equivale a:

Igualmente, es importante
destacar que hay decenas de nutrientes igualmente encargados de asegurar un
buen funcionamiento del sistema inmunológico tales como el hierro, cobre, cinc,
selenio, vitamina D, vitamina A y un largo etcétera. Esto explicaría los
resultados que encontraron en una revisión de artículos con más de 11.000 participantes,
donde no sacaron el agua clara sobre la prevención o el tratamiento del
resfriado común mediante la suplementación con vitamina C. Al fin y al cabo,
esta vitamina no es más que una pequeña pieza de un puzzle muy complejo.
Delante de esto solo puedo decir
que en la variedad de tu alimentación reside el éxito para tener un sistema
inmunitario fortalecido. Asegura incorporar en tu día a día alimentos frescos
de todas las categorías y evita aquellos que puedan hacer pasar una mala jugada
a tu sistema inmune tales como los productos ultra-procesados, bollería,
repostería, frituras…
DN Júlia Muñoz
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