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Charlas y colaboraciones

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El Ayuno Intermitente

¿Qué tiene de cierto?

       El ayuno intermitente (AI) es, probablemente, una de las tendencias más de moda en cuanto a dietas se refiere. Vale que una persona conocida lance el mensaje que está siguiendo esta dieta, para que miles de seguidores sigan los mismos pasos.


       En realidad, el AI representa una forma de alimentarse mucho más común de lo que nos pensamos. Sin ir más lejos, el mes de abstinencia alimentaria que se practica en el Ramadán entre el amanecer y el ocaso del sol es, de hecho, un tipo de AI. Pero, para lo que algunos tienen una connotación religiosa, para otros, parece ser la solución a todos los males. ¿Pero en qué consiste realmente el ayuno intermitente? ¿Es apto para todo el mundo?


       Para empezar, existen varios tipos de ayuno intermitente, en función de las horas de ayuno que se practiquen al día (de 12 a 21 horas) (ayuno restringido en el tiempo), ayunos completos durante 1 o 2 días a la semana (ayuno alterno) o los ayunos modificados, que consisten en restringir la ingesta a 20-25% de las necesidades calóricas varios días a la semana.


       En investigación, son muchos los científicos que muestran interés en conocer cuáles son los beneficios del ayuno sobre nuestra salud. Algunos autores sugieren que el ayuno intermitente podría mejorar la sensibilidad a la insulina, la salud cardiovascular e incluso modular nuestra microbiota intestinal. No obstante, los resultados son todavía muy preliminares y necesitaríamos estudios con un diseño más sólido para poder establecer conclusiones claras y definir el AI como una estrategia más en el manejo de estas condiciones.


      Por lo que al control del peso se refiere, estudios recientes son bastante optimistas en sus efectos. Una revisión sistemática observó que, en 27 ensayos clínicos, aquellos que seguían el AI podían perder entre el 0.8 y el 13% de su peso inicial. Ahora bien, veamos la letra pequeña de esto:


  1. El diseño de los estudios es muy heterogéneo, por lo que resulta difícil definir qué tipo de AI es el más conveniente.
  2. Los ensayos clínicos evalúan los efectos de la intervención en un espacio de tiempo demasiado corto, factor que impide extrapolar los resultados a largo plazo.
  3. No hay evidencia que el AI sea superior a la restricción calórica convencional en la pérdida de peso.


      Por último, y esta es una reflexión como profesional, aunque se demostrara que el AI es verdaderamente capaz de conseguir todos los beneficios citados anteriormente, es importante cuestionarse si esté patrón va acorde con nuestro estilo de vida. Además, sigue siendo esencial que estas pautas vayan acompañadas de una correcta educación nutricional, con el fin de mejorar la calidad de aquello que comemos.

 

DN Júlia Muñoz



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