Cada año cuando llega el calor escucho
las mismas preguntas en consulta sobre “qué puedo beber que sea fresquito pero que
no sea agua”. Realmente hay muchas personas con gran dificultad para beber agua
y este mal hábito puede jugar malas pasadas en verano, especialmente con las
olas de calor.
Como bien sabéis mi primera opción
siempre es el agua, que como decía mi abuela “hace la vista clara”, pero si preferimos
darle un toque a continuación resumo un seguido de opciones:
- Agua saborizada comercial: Las más
rápida y sencilla es comprar las famosas “infusiones frías”, muy fáciles de
encontrar en cualquier supermercado. Infusionan con agua fría, es más, podemos
meter la bolsita directamente en la botella y el agua coge un sabor suave a
frutos del bosque, té verde, mandarina, rooibos, menta y otros sabores según la
marca.
- Agua saborizada casera: La versión
casera de lo anterior (y obviamente más sana porque no contiene aditivos
saborizantes) consiste en llenar una jarra de cristal con fresas, limón,
cerezas, pepino, hojas de menta, hojas de té y dejar en cierto modo que “macere”.
Por ejemplo, mi última combinación fue: cerezas troceadas, hojas de té verde y
un chorrito de limón (ver ejemplo).
- Limonada de toda la vida: Esta opción
nunca falla y si no toleramos bien el sabor ácido del limón podemos endulzar
con stevia (ver ejemplo).
- Agua de coco: Se obtiene de los cocos
verdes, por ello es baja en azúcares (sólo un 3.5%), destaca por su contenido
en potasio y vitaminas del grupo B (ver ejemplo).
- Batidos vegetales: Aquí pueden variar
mucho las calorías y la concentración de azúcares en función de nuestra
elección. No es lo mismo, espinacas, naranja y jengibre (bajo en fructosa
y alto en fibra) que fresas, plátano y bebida de avena (alto en
fructosa y relativamente bajo en fibra), (ver ejemplo).
- Batidos mixtos: Son similares a los
anteriores pero más ricos en proteínas por la adicción de yogur o bebida de
soja (ver ejemplo).
- Bebidas comerciales sin azúcar: La
opción más socorrida en cualquier bar o chiringuito, con las versiones “zero” o
“free” no lograremos evitar la ingente cantidad de aditivos pero sí las
calorías vacías provenientes del azúcar.
¡Ánimos con el caloret!
DN Carla Not