Cada vez prescindo más de la proteína animal en mi alimentación diaria, lo hago de forma involuntaria porque siempre he sido amante de la carne y el pescado, pero admito que sin querer la voy dejando de lado.
Creo que el motivo principal se creciente número de pacientes oncológico que llevo en consulta y a las peticiones de dietas vegetarianas, de persona sanas, que cada vez va en incremento. A ello debo sumarle los estudios sobre la calidad de la carne, que cada vez es peor porque sus piensos son peores, o el contenido en metales pesados del pescado porque nada en aguas cada vez más contaminadas.
Todo ello me ha llevado a un consumo menor de proteína animal, no pretendo eliminarla de mi dieta (por ahora, nunca digas de este agua no beberé), pero admito que la compro con sello ecológico y me informo de su procedencia.
En relación a la foto, en una ensalada vegana, aquí puedes ver la
receta con todos los detalles.
¿Por qué cacahuetes? Te lo cuento en otro post porque me ha ocupado bastantes caracteres, pincha
aquí.
DN Carla Not