Alimentarse es una de nuestras acciones más primitivas. Nos alimentamos para nutrirnos, para relacionarnos, para celebrar, para sentirnos mejor y también para sanar. La alimentación está tan presente en nuestro día a día, que a veces nos olvidamos del impacto que tiene en nuestras funciones vitales, incluyendo la reproducción.
La relación entre aquello que comemos y la fertilidad de hombres y mujeres se lleva investigando como mínimo desde los años 40, aunque no es hasta esta última década que se está evidenciando el papel de una alimentación equilibrada en la fertilidad.
Factores como la ingesta correcta de nutrientes clave para la fertilidad o la adquisición de un peso óptimo, resultan indispensables para asegurar una correcta salud reproductiva, tanto en hombres como en mujeres.
Si
quieres saber más sobre cómo la alimentación puede ayudarte en la búsqueda del
embarazo y disponer de herramientas para llevarlo a cabo, lee el nuevo libro
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Fertilidad
y Dieta Mediterránea", dónde la DN
Júlia Muñoz
colabora con referentes de la reproducción y la
Fundación Alicia en la creación de esta
guía práctica.
¡Nada como las sinergias para unos mejores resultados!